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➽ Biografía de Fermin Iv

Fermin IV es pastor de Semilla de Mostaza en la ciudad de México.

El 3 de julio de 1993, hace más de nueve años, se fundó en San Pedro Garza García, Nuevo León, municipio perteneciente a la zona metropolitana de Monterrey, un grupo de rock con un estilo musical muy difícil de clasificar: Prófuga del Metate. Este trío, integrado por el baterista Rogelio Garza, el bajista Rodrigo Novoa, y el guitarrista y vocalista Fermín Caballero, mejor conocido desde entonces como Fermín IV, realizaría su primera presentación unos meses después alternando con El Gran Silencio. En 1995, la banda edita de forma autogestionada la que sería su única referencia oficial, un cassette titulado ...En una cascarita, el cual contenía ocho extrañas piezas llenas de un humor satírico muy particular, que combinaban influencias del punk, el blues y el funk. En aquellos primeros dos años de formación, sus tres integrantes no sospechaban que el conjunto pertenecía a una generación que habría de poner de una vez por todas a Monterrey, luego de casi cuarenta años de historia del rock mexicano, en el mapa de este género. En 1996, se conjugan diferentes factores, siendo el más importante la calidad de varias de las agrupaciones, y se enciende la mecha para la eclosión de la Avanzada Regia. A inicios de ese año, cuando se empiezan a dar los primeros visos de lo que estaba por venir, Fermín, quien desde hacía tiempo había empezado a tener al rap como uno de sus géneros musicales favoritos, se suma a una iniciativa de Toy Hernández, tecladista del grupo de rock alternativo La Ultima de Lucas a quien había conocido en el subterráneo regiomontano, para dar vida a un proyecto de rap que irían desarrollando de forma paralela a sus respectivas banda que, sobretodo en el caso de Hernández, tenían ya un nivel de reconocimiento en la cada vez más prestigiosa escena rockera de la sultana del norte. En esta aventura llamada Control Machete, en la que Fermín sería MC Toy DJ y productor, también había otro vocalista involucrado, Pato Chapa, uno de los dos cantantes que tenía una muy prometedora agrupación de rock de vanguardia llamada Pasto. Seguramente ninguno de los tres supusieron que, apenas unos meses después, estarían firmando contrato con una compañía multinacional y grabando su primer disco bajo la producción de Jason Roberts. Es de todos conocido el impacto que logró el grupo tras el lanzamiento de su álbum debut, Mucho barato..., en los albores de 1997, convirtiéndose en el principal y definitivo detonante de la Avanzada regia. Este éxito no sólo los hace dejar a sus respectivos grupos, los cuales no superan estas salidas y se desintegran, sino que cambia radicalmente la vida, quizá en especial la de Caballero, entonces un estudiante de Medicina de la UDEM de 22 años de edad. Llegan los constantes viajes a la Ciudad de México, las giras por diferentes partes de la nación, incluso viajes a otros países; conferencias de prensa, largas sesiones de entrevistas, programas de radio y televisión, etcétera. En poco tiempo, pasan de soberanos desconocidos a ser sumamente populares, son un fenómeno de ventas que logra desplazar, sólo en territorio nacional, más de 350 mil copias de su primer disco. Pero esto tiene un precio: entre mediados de 1996, cuando comenzaron a hacer la producción, y mediados de 1999, año en cuyos inicios aparece su segundo álbum, Artillería pesada, presenta..., prácticamente no ha tenido tiempo para otra cosa que no sea el grupo, y esto los afecta de manera importante, tanto en su vida privada como en su relación grupal; aunque desde afuera las cosas a nivel creativo parecían ir muy bien, ya que la evolución que experimentan de un disco a otro es muy significativa, es claro que cada uno de sus miembros se esforzó por superarse: Hernández al hacer bases más elaboradas y personales, y Chapa y Caballero desarrollando una lírica más conceptual y explotando todas sus posibilidades vocales al rapear. Ante la presión provocada por el cada vez más generalizado pronóstico de que serían una banda de un sólo disco, la tripleta decidió responder comprometiéndose no a hacer una grabación que intentara repetir la formula exitosa, sino una obra trascendente, que superara a la anterior artísticamente, que los satisficiera plenamente sin importar lo que viniera después. A la larga esta actitud, a la larga les haría ganar el respeto, que empezaban a perder por algunos errores dentro de la promoción de su primer disco, tanto en la escena del rock alternativo como en el creciente movimiento de rap subterráneo. Eventualmente el álbum llegaría sería Disco de Oro, superando las 100 mil copias vendidas, a pesar de que a finales de ese mismo 1999 anuncian, ante la necesidad imperiosa de volver, aunque fuese temporalmente, a la realidad del día a día de cualquier persona, que Control Machete entraría en un receso indefinido. Aunque casi tres años después hay muchos que quisieran que esto no fuera verdad, el hecho es que desde entonces el grupo como tal terminó, convirtiéndose sólo en una especie de proyecto de estudio que graba una canción de vez en cuando. Antes de seguir cada uno su camino, Fermín IV es invitado a participar en la canción Siempre peligroso, único tema nuevo que incluiría el CD Los Grandes Exitos en Español (1999), en el cual Cypress Hill, reconocido como una de las máximas influencias de Control Machete, sobre todo en sus comienzos, ofrecía a su público de habla castellana una versión en este idioma de sus hits más recordados. Aunque en 2001 Control Machete suena con su contribución al disco rockeros; de Celso Piña, en ella ya sólo se escuchaba la voz de Chapa. La última participación de Fermín IV fue, en 2000, en la pieza De perros amores;, tema principal de la película Amores perros que es para muchos la mejor canción hecha por el trío en toda su carrera. Desde fines de 1999, Caballero estaba superando una crisis personal importante con la ayuda del amor de la que ahora es su esposa, y su incorporación al cristianismo, situaciones que lo llevaron a dar un nuevo giro a su existencia, casándose y dejando Monterrey para vivir un tiempo en Cuernavaca, y, finalmente, en la Ciudad de México. Desde entonces, hace ya casi tres años, ha dedicado gran parte de su tiempo a la difusión de la religión que profesa, involucrándose con el gremio musical de su congregación, Semilla de Mostaza, con la que incluso participó con dos piezas en la grabación de un disco, titulado Semilla de Mostaza, presenta... (2001), cosa que en su momento le ganó el escarnio y la burla de algunos intolerantes. Aquel par de temas fueron el adelanto de un proyecto solista que grabaría y editaría en 2002 bajo el título de Boomerang, un álbum que por el cariz místico de algunas de sus letras ha generado prejuicios entre un público que cree que en él sólo habrá sermones, perdiéndose del que es, en términos generales, un buen disco de rap.